Don Franz Tamayo (28 de Febrero de 1879 - 29 de julio de 1956) fue un espíritu incandescente en permanente siembra de principios rectores y de arte en sus formas mas excelsas y puras. La Prometheida acaso no fue comprendida en su grandeza lirica sino por escritores selectos como Daniel Sanchez Bustamante y unos pocos cultores de arte, por lo que no tuvo resonancia critica al alcance popular. Tuvieron que transcurrir anos para que la atención inquisidora de varios talentosos escolásticas tomara con responsabilidad la producción, tensa de preocupaciones universales, de Tamayo. Cabe citar, entre estos divulgadores de los misterios liricos de don Franz a Enrique Finot, Fernando Diez de Medina, Augusto Guzmán, Nicolás Fernández, Mariano Baptista Gumucio, Jaime Martínez Salgueiro y otros zahories indagadores.